“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” Filipenses 1:6
La vida cristiana es comparada con una carrera de maratón, la cual es la más extensa de las carreras oficiales de atletismo, esta competencia a diferencia de otras generalmente es iniciada por miles de personas de los cuales solo unos pocos centenares logran finalizarla.
Son muchísimas las personas que en algún momento de sus vidas andan en los caminos del Señor, pero cuando vienen las dificultades, las pruebas, las tentaciones, cuando Dios comienza a demandarles santidad o deben responder por sus decisiones, comienzan a rezagarse hasta que finalmente quedan fuera.
Si usted hoy pasa por momentos de indecisión con respecto a su compromiso con Dios y su obra le invitó a que se vuelva a Dios y descanse en sus promesas. ¡Él sigue trabando en usted!
Hace poco escuche a un predicador decir lo siguiente:
Existen tres etapas en nuestro caminar como cristianos
- Esto es Fácil
- Esto es duro
- Esto es imposible.
Cuando llegamos a esta última etapa es cuando Dios puede usarnos, cuando reconocemos que no son nuestras fuerzas, ni nuestro talento sino su gracia en nosotros.
Termino diciéndole que Dios no puede usar vasijas sin cicatrices, Él no usa porcelana fina, Él usa vasijas con hendiduras pero restauradas.
Alejandro Vargas
Pastor general
Agua de Vida