“Salió entonces del campamento de los filisteos un paladín, el cual se llamaba Goliat, de Gat, y tenía de altura seis codos y un palmo”. 1 Samuel 17:4
“y se paró y dio voces a los escuadrones de Israel, diciéndoles: ¿Para que os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo el filisteo, y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí. 1 Samuel 17:8
El capitulo 17 del primer libro de Samuel nos relata la batalla que tenía el pueblo de Israel contra los filisteos, pero estos dos versículos en especial nos cuentan sobre un gigante que salio a desafiarlos, si leemos los versículos siguientes encontraremos que ninguno del pueblo de Israel se atrevía a enfrentar al gigante pues todos ellos se turbaron y sintieron mucho miedo.
Al igual que el pueblo de Israel, nosotros como pueblo de Dios tenemos que librar batallas en nuestro diario vivir, puesto que hemos recibido a Dios como nuestro Señor y Salvador ahora sus enemigos son también los nuestros, y además cada uno de nosotros debemos lidiar con nuestros propios “gigantes” o problemas, estos gigantes pueden llamarse deudas, problemas familiares, problemas laborales o también problemas de identidad etc.
La Biblia en Efesios 6:12 nos dice: “porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. La Biblia nos da a conocer por medio de este pasaje que tenemos enemigos los cuales buscan hacernos tropezar en nuestro caminar con Cristo. Al igual que Goliat estos enemigos se paran enfrente de nosotros a desafiarnos y gritarnos cosas, como que nunca lograremos salir de esa situación en la que estamos y también nos acusan cuando hemos cometido un error.
Lo primero que debes saber acerca de estos enemigos para no
cometer el mismo error que los Israelitas es que ellos ya han sido derrotados por medio de la sangre de Cristo “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que esta en vosotros, que el que está en el mundo”. Entonces si tú te preguntas ¿Cómo hago para vencer un enemigo que es más grande que yo? La respuesta esta en la Biblia, puede que se vea mas grande que tú y que con tus propias fuerzas tu jamás lo puedas derrotar, pero si Dios esta a tu lado no tienes nada que temer pues ya has vencido. No importa cuál sea el nombre del “Gigante” Dios en su palabra nos dice que ya le hemos vencido por medio de El.
Sin embargo, muchas veces caemos en el mismo error que los israelitas y nos dejamos intimidar por las palabras que nos grita el gigante, recordemos que el arma favorita de Satanás es la mentira y el tratará por todos los medios de engañarnos y hacernos creer que va a acabar con nosotros. Está en nosotros decidir a quien le vamos a creer, si a la verdad que Dios nos dice en su palabra, o a las mentiras que nos grita Satanás.
Hoy mi invitación es para que tomes la misma actitud de David y decidas creer a la voz de la verdad “Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, Él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: ve y Jehová este contigo” 1 Samuel 17:38. David no se puso a ver cual era el tamaño del gigante ni escuchó las palabras que este decía, por que el sabía quien era el que estaba con él alguien muchísimo mas grande y que nunca miente. Mi invitación es a que te aferres a las promesas que Dios te ha dado y que leas su palabra constantemente que creas en lo que El te ha dicho y que no creas en las mentiras que el Diablo te dice. Que tu oído este siempre atento a la voz de Dios y recuerda que el nunca te fallará.
“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”. Juan 17-17
Ministerio Agua de Vida
Juan David Jara Rosas
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